Nuestro proyecto tiene como objetivo crear depósitos de vino adecuados para los distintos tipos de vinificación.
El rasgo distintivo de nuestra producción es la capacidad de dar forma a las ánforas según el tipo de vinificación al que están destinadas: trabajamos con bodegas que nos eligen para crear productos que se adaptan a sus necesidades.
Fabricamos productos de cerámica desde hace tres generaciones. Gracias a la colaboración y al asesoramiento de enólogos y productores de vino, hemos creado una gama de ánforas para vinificación y crianza de vino. Hemos empezado de la fabricación tradicional de ánforas en Italia, España y Georgia para crear un ánfora de vino única. La unión de la tradición y las nuevas soluciones de fabricación nos han permitido crear un ánfora que garantiza plenamente la realización de los procesos enológicos.
Trabajar la cerámica a mano ha sido siempre un arte difícil y delicado. Este material da una satisfacción increíble, pero requiere el compromiso y la dedicación total del artesano.
Nuestros artesanos, mientras forjan las ánforas, llevan a cabo procesos de fabricación que requieren la máxima atención y precisión.
A fin de garantizar las mejores condiciones de trabajo y el entorno más adecuado para la fase inicial de secado, durante la fabricación se monitorizan y regulan los valores de humedad y temperatura mediante enfriadores evaporativos y la presencia de vegetación. La introducción del componente botánico en los espacios de trabajo incide considerablemente en el aumento del porcentaje de oxígeno en el aire que contribuye además al bienestar del trabajador.
Los laboratorios de cerámica siempre han sido lugares de trabajo especialmente difíciles debido a las altas temperaturas de los hornos. Para simplificar las tareas de nuestros artesanos durante la fabricación, hemos creado un entorno de trabajo con condiciones ambientales y climáticas confortables gracias a la introducción de vegetación en cada área de trabajo.
La presencia de vegetación es muy importante para regular los niveles de humedad y temperatura y aporta innumerables beneficios tanto al trabajador como al producto en sí. Una temperatura y una humedad lo más constante posible permite que la cerámica se seque de forma lenta y uniforme lo que es esencial para reducir al mínimo los defectos, aunque están ya prácticamente ausentes de nuestras ánforas.
Disponer de una frondosa vegetación en las zonas de trabajo implica, además de los beneficios que se consiguen durante la fabricación, el aumento del porcentaje de oxígeno en el aire, con la consiguiente mejora de la calidad de este. En general, se beneficia el entorno laboral y esto se refleja directamente en el nivel de calidad de los productos.
